Mujer cargando a su bebé en rebozo de anillas o bandolera de lino color gris

El sueño de tu bebé (y, por lo tanto, el tuyo)

A penas se acaba de dormir y ya se despertó. En las noches no logras dormir más de dos horas de corrido.

Quien inventó la expresión "dormir como bebé", definitivamente no conoce a un recién nacido.

 Probablemente cuando estabas embarazada, alguna pareja de expertos te dijo "aprovecha para dormir, porque en cuanto nazca tu bebé se va a poner rudo". Claro que sí, déjame acumulo descanso en mi mesita de noche, para poder sacar de ahí algunas horas cuando más lo necesite una vez que nazca mi bebé.

Definitivamente, sabemos que no funciona así. 

Pero hay algo positivo en esas terribles advertencias. A nosotras, personalmente, nos ayudaron a prepararnos para lo más temido: no volver a dormir nunca. Pero no es así, sí vuelves a dormir. Siempre y cuando tengas un conocimiento básico de cómo funciona el sueño de los bebés y cómo puedes acompañarlo –y si quieres, educarlo un poco– para lograr que ellos (y tú) duerman mejor. 

1. Piensa en la etapa de desarrollo de tu bebé

Si tienes una recién nacida en casa, sabes que no logrará dormir mucho tiempo de corrido. ¿Por qué? Porque sus necesidades no son las mismas que las tuyas. Ella necesita comer cada 2-3 horas (si te va bien, puede llegar hasta cada 4 hrs); y, por lo tanto, se va a despertar a comer varias veces en la noche. 

Conforme tu bebé crezca, irá espaciando sus tomas y por lo tanto los periodos de sueño podrán ser más largos. Sin embargo, recuerda siempre tener en mente la etapa de desarrollo de tu bebé. No todos los despertares nocturnos tienen que ver con la alimentación. Hay ciertas etapas –conocidas popularmente como "regresiones"– en las que tu bebé, que ya dormía bien en la noche, volverá a despertarse varias veces o empezará a hacer siestas más cortas. 

2. Establece una rutina de sueño 

Como no podemos ir en contra de la naturaleza (no podemos evitar que se despierten en la noche a comer las primeras 12 semanas, ni podemos quitarles las temidas "regresiones", ya que éstas están asociadas comúnmente al desarrollo de una nueva habilidad), podemos incorporar una estructura que nos ayude a nosotras, y a ellos, a anticipar que viene la hora de dormir. 

Aunque no lo parezca, desde que tiene sólo unas cuantas semanas tu criatura es capaz de percibir los cambios en la luz y la oscuridad, entre el ruido y el silencio, entre tu presencia y tu ausencia. Establecer una rutina de sueño, aun cuando están muy chiquitas, puede ayudarle a dormir y a desarrollar buenos hábitos de sueño. Por lo tanto, considera:

  • Enseñarle a dormirse de manera independiente siempre en el mismo lugar. Puedes empezar a acostarla en la cuna cuando está cansada pero despierta, para que no necesite del pecho o de los brazos para dormir. Esto ayudará que, cuando esté más grande, sepa dormirse sola y conectar ciclos de sueño. 
  • Procura que el espacio donde duerma sea oscuro: Así como a ti, a tu bebé también le ayuda la oscuridad. Si tienes cortinas black out, úsalas. Si no tienes, considera tapar las ventanas para las siestas y ve cómo duerme. Muchos bebés van a mostrar un cambio significativo en la calidad del sueño cuando les damos la muestra de cortesía de dormirlos en un cuarto oscuro. 
  • Si no puedes garantizar el silencio, al menos disimula el ruido: Para las que vivimos en una ciudad muy ruidosa (el afilador y el de "se compran colchones...." han despertado a mis bebés más de una vez) o las que tenemos hijos (en plural) corriendo por la casa, una máquina de ruido blanco puede ayudar a enmascarar el ruido de la vida en movimiento, y ayudar a tu bebé a dormir más profundamente. 
  • Siestas on the go: Cuando tienes que salir y te tienes que llevar a tu bebé, no dejes de dormirlo. Los bebés necesitan dormir de la misma manera en la que necesitan comer. Una bebé sobre-cansada es una bebé irritable, que llora demasiado y que le cuesta trabajo conciliar el sueño. ¿Cómo dormir a tu bebé en la calle, el súper, la reunión familiar o el café con amigas? Fácil, en un rebozo. También puedes usar tu carriola o improvisarle un tendido; pero nada –nada– se equipara al contacto físico con su mamá. Además de que el movimiento natural de tu cuerpo con el rebozo te garantiza siestas largas y profundas, mientras que las siestas en la carriola o el car seat suelen ser cortas (se despiertan en cuanto te detienes). 

3. Ten paciencia

Si estás leyendo este post desde la ultratumba (o sea, desde tu cama a las 4:00 am, desesperada porque tu criatura no se está durmiendo) quizás lo último que quieres escuchar es que parte del éxito de este proceso depende de tu actitud, y no de que implementes sistemas, compres productos o contrates una sleep coach (todas ellas opciones súper útiles); sino de que aceptes que todo pasa. 

Siempre que las razones por las que tu bebé no esté durmiendo estén relacionadas con su desarrollo (vuelve al punto 1), los problemas de sueño son temporales. Sin embargo, si tu bebé aprende a dormirse usando determinadas muletillas, ten en cuenta que va a necesitarlas durante un tiempo (quizás pasados los dos años, que es cuando empiezan a dominar esa útil habilidad de dormirse solos). Entonces, si tu bebé necesita arrullarse en una hamaca, en los brazos, comiendo, con un chupón o con un peluche, considera que cada vez que se despierte, va a necesitar ayuda de eso para dormirse. No tiene nada de malo. Si a ti no te afecta, a ellos menos. Pero si no crees que eso sea lo tuyo, es buena idea sentar las bases para que (cuando sea el momento adecuado) logre dormir de manera independiente.

Si estás en una de esas temidas regresiones o compartiendo las noches en vela con un recién nacido, mucho ánimo. Esta etapa pasará y ¡tú y tu bebé van a volver a dormir! 

Regresar al blog